El Síndrome de Ovario Poliquístico, es una afección en la que los periodos menstruales pueden ser escasos, inusuales o muy largos. Se trata de una problema de regulación hormonal en la edad reproductiva.
Caracterizada por:
1. Ausencia de ovulación
2. Niveles altos de andrógenos
3. Quistes ováricos
Se forman varios sacos llenos de líquido a lo largo del borde exterior del ovario a los que se le llaman quistes. Estos contienen óvulos inmaduros. Por lo general se suelen observar más grandes de lo normal y en ocasiones interferir en el correcto funcionamiento de los ovarios.
Síntomas
Los más comunes son:
- Periodos irregulares.
- Esterilidad
- Obesidad y/o resistencia a la insulina
- Exceso crecimiento de vello en cara, pecho, abdomen y muslos
- Acné grave
- Dolor pelviano
- Piel oleosa
- Parches de piel oscura, engrosada y aterciopelada (acantosis nigricans)
Causa
La causa se desconoce a día de hoy, sin embargo, existen varios factores ambientales y genéticos que contribuyen a su desarrollo:
- Resistencia a la insulina.
- Inflamación de bajo grado.
- Herencia.
- Exceso de andrógeno.
Diagnóstico
Se deben presentar al menos dos de las siguientes características:
- Falta de periodos menstruales o menstruación irregular.
- Elevación de niveles de andrógenos o signos clínicos que lo demuestren.
- Presencia de ovarios poliquísticos (ecografía).
Varía en función de los síntomas que se presenten. Una de las medidas más importantes es reducir el peso corporal y mantener una dieta equilibrada combinándolo con ejercicio de forma regular.
Para regular el acné, periodos y crecimiento del vello producidos por los niveles de andrógeno, en ocasiones se utilizar anticonceptivos combinados tanto administrados de forma oral, como vaginal o dérmica.
El médico puede recetar medicación metformina lo que puede estabilizar los niveles de glucosa y prevenir la aparición de diabetes.
En conclusión, un diagnóstico y tratamiento precoz junto con el mantenimiento de peso, puede influir positivamente en el pronóstico, reduciendo las complicaciones a largo plazo, como la diabetes tipo II o enfermedades cardiacas.