¿Qué es?
Es una malformación del útero que se caracteriza por presentar una hendidura en la parte superior que divide en dos a la cavidad uterina. De esta manera el útero, presenta una forma similar a un corazón.
Se estima que afecta al 1-6% de las mujeres. Esta afección no presentan síntomas pero en caso de embarazo existe un mayor riesgo de aborto o parto prematuro.
¿Cómo se produce?
Esta anomalía tiene su origen en el desarrollo embrionario de la niña, se produce debido a la fusión incompleta de los conductos de Müller, las trompas de Falopio, el cérvix y parte de la vagina.
Esta alteración suele estar causada por problemas genéticos, que puede ser o no hereditarios. No obstante, existen casos en los que aparece como consecuencia de exposiciones a radiaciones durante el desarrollo embrionario. También puede venir provocada por infeccines intrauterinas en la gestación o por la administración de medicamentos tales como el dietilbestrol o la talidomida.
Tipos y diagnóstico
El útero bicorne puede ser:
- ÚTERO BICORNE PARCIAL: si la malformación se extiende solo en el interior del útero.
- ÚTERO BICORNE COMPLETO: si la malformación alcanza hasta el orificio cervical interno o externo.
- ECOGRAFÍA.
- RESONANCIA MAGNÉTICA PÉLVICA.
- HISTEROSCOPIA (introducción de una cámara desde la vagina).
- LAPAROSCOPIA (introducción de una cámara por el abdomen).
Síntomas y fertilidad
No es habitual presentar síntomas, aunque sí es cierto que algunas mujeres sientan molestias durante la menstruación o cuando mantienen relaciones sexuales. Por ello, no suele ser ser hasta que quieren quedarse embarazadas que conocen que padecen esta afección. Los síntomas complicaciones más comunes son:
- Dolores menstruales.
- Abortos espontáneos (28-35%).
- Partos prematuros (14-23%).
- Posiciones anómalas del feto (por ejemplo: con el útero bicorne parcial existe un alto riesgo de que el bebé se posicione de nalgas, pues es más cómodo para él).
- Problemas de fertilidad. Sí es cierto que en algunos casos causa problemas de fertilidad, aunque no directamente. Más bien, se asocia a la infertilidad debido a las complicaciones en el feto y que conllevarían la pérdida del embarazo. (Como ya hemos mencionado: la limitación del espacio para el crecimiento del bebé, la malposición del embrión... Todo esto podría suponer un aborto espontáneo). No obstante, no debemos alarmarnos pues esta afección es perfectamente compatible con la posibilidad de tener un hijo. Es importante que, durante el embarazo, acudamos al médico con frecuencia para que de esta manera pueda controlar cómo crece y se desarrolla el bebé, así como para controlar posibles complicaciones.