Entre la semana 37 y la 42 de embarazo, la mayoría de las madres "rompen aguas" y comienzan el trabajo de parto. En este proceso, la mujer puede experimentar diferentes sensaciones, emociones y dolores.
Durante el parto, pueden ocurrir diversas situaciones no deseadas, incluyendo la posibilidad de laceraciones o desgarros en los tejidos vaginales (en ocasiones, los médicos o parteras realizan un corte denominado episiotomía para evitar este desgarro).A pesar de que la vagina durante el parto está diseñada para estirarse y dar paso al bebé por el canal uterino, este puede llegar a estirarse de tal forma que puede generar una presión en los músculos del perineo ocasionando dichos desgarros. Estos requerirán de atención médica inmediata y dependerá del grado del mismo (1, 2, 3 o 4).
Por otro lado, otra de las complicaciones o efectos que se pueden producir con el parto son las hemorroides.
Y estas son venas inflamadas alrededor del ano que surgen por una gran
presión durante la época del embarazo y aún más en el parto.
Los principales síntomas que pueden producir son:
- Sangrado.
- Dolor.
- Prolapso venoso.
- Prurito /picor continuo.
- Tenesmo rectal (sensación de defecar constantemente, a pesar de que el intestino esté vacío).
Pero tranquila, esto es algo que se puedes evitar. Para ello puedes:
- Caminar regularmente
- Preparar bien el parto
- Evitar el estreñimiento en la última fase del embarazo.
- Laceraciones
- Desgarros vaginales durante el parto
- Hemorroides
- Hemorroides en el postparto
- Tratamiento de la heorroides
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