La primera visita al ginecólogo/a te puede generar muchas dudas e inseguridades. Es recomendable que acudas al ginecólogo/a para prevenir patologías ginecológicas y confirmar que tu sistema genital está normal.
¿Es obligatorio acudir al ginecólogo?
En la adolescencia no es obligatorio acudir al ginecólogo/a, aunque la edad recomendada para ir es a los 21 años, salvo que exista patologías o hayas tenido relaciones sexuales.
Es recomendable que acudas a citas periódicas en los siguientes casos:
- Cuando mantengas relaciones sexuales.
- Exista algún problema ginecológico.
- Cuando notas molestias en algún tipo de órgano relacionados con el aparato reproductivo.
- Si tienes alguna duda.
¿Cómo es la primera evaluación ginecológica?
Si eres menor de 21 años, es probable que no te hagan una citología. En este caso, el médico te hará una ecografía pélvica, que consiste en poner un gel en el vientre y pasará un aparato de imagen por la zona. Esta eco sirve para ver de cerca los órganos de la pelvis. A parte de la eco pélvica, te harán preguntas personales o sobre tu ciclo menstrual.
Por otro lado, si eres mayor de 21 años, a parte de una eco pélvica y de las preguntas, te harán una citología y un examen pélvico, que se trata de una evaluación de tus órganos reproductores para descartar problemas. Consta de tres partes:
- Te examina la parte posterior de los genitales o la vulva.
- Un examen interno con un espéculo (dispositivo que se usa para abrir las paredes de la vagina para ver el cérvix).
- Te harán un examen manual con guantes, palpando los órganos internos.
¿Qué es una citología?
Es una prueba que sirve para detectar células anormales en el cérvix y para detectar algunas infecciones causadas por bacterias, hongos o virus. La citología no duele, es una técnica que dura la rededor de 5 minutos.
Se realizará con la paciente tumbada horizontalmente en la camilla con la espalda y sus piernas apoyadas sobre las perneras de la camilla. De esta forma, el ginecólogo/a obtiene muestras de las células del interior y exterior del cuello del útero y del fondo de la vagina, con ayuda de una espátula y un cepillo, y raspará suave la zona que quiera analizar. Luego se llevará a un laboratorio para que la analicen, y tardará entre 2-4 semanas en dar los resultados.
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