viernes, 31 de marzo de 2023

Tabúes sociales

Historias de mitos, leyendas y cuentos...



Antiguamente el sangrado menstrual se asociaba a la magia, luna y las supersticiones, asociándolo a poderes y peligros. 

Nuestros antepasados  han creado muchas creencias alrededor de la menstruación que a día de hoy todavía persisten.



                              

En muchas culturas estos mitos están arraigados y han dificultado a las personas con menstruación. 

Entre algunos de ellos se encuentra el hecho de considerar la menstruación como un acontecimiento impuro, un veneno que se debía PURIFICAR, mediante rituales o aislamiento del resto de la población, de la comida, de las plantas y del agua para que no las contaminaran. ¿SURREALISTA VERDAD?

A día de hoy diferentes culturas han reflejado prejuicios y discriminación de cara a mujeres y niñas que menstrúan, considerándolas sucias, intocable o impuras debido a las normas sociales y culturas. Las mantienen desinformadas, haciéndoles creer que:

  • "¡Si miras a la gente, harás que se enfermen!"
  • "¡Si cocinas o tocas la comida, se pudrirá!"
  • "¡Si nadas, te atacarán los tiburones!"
  • "¡Si usas un tampón, perderás la virginidad!"

Se les niegan sus derechos básicos:
  • Excluidas de los espacios físicos cotidianos
  • Forzadas a recluirse en aislamiento
  • Se les prohíbe bañarse o se les obliga a hacerlo
  • Se les prohíbe cocinar o tocar alimentos
Por temor a ser discriminadas lo que realizan son usar códigos secretos para referirse a los periodos menstruales y no ser discriminadas.

También es muy común la falta de acceso a productos menstruales y es que el 12,8% de mujeres y niñas del mundo viven en pobreza. Por lo tanto, el costo de los productos y los impuestos impiden que puedan gestionar sus periodos de forma segura. Muchas de ellas recurren a periódicos, papel higiénico, bolsas de plástico o calcetines...

De modo que, ya sea por dinero para adquirir productos de higiene íntima, por carecer de acceso a los aseos o por la existencia de normas y prácticas culturales o discriminatorias, las mujeres y las niñas, sobre todo las más pobres del mundo, se ven profundamente afectadas por sus periodos menstruales.